miércoles, 22 de octubre de 2008

Bienvenu - Bienvenidos




Queridos Amigos:
Gracias por participar en el taller de cuento Leer es una Fiesta, organizado por la la Embajada de Francia, la Alianza Francesa y la Asociación de Escritores de Panamá. Esta página está dedicada a los trabajos de estudiantes de enseñanza superior del Colegio Episcopal y de 3er y 4to Grado de educación primaria del Colegio St. George , quienes crearon estos textos utilizando las técnicas impartidas durante el curso.

De mi parte, fue una experiencia gratificante confirmar que nuestra juventud tiene cerebro, pluma y talento. Mientras ellos existan y sientan pasión por todo lo que hacen - como solo los adolescentes pueden - las letras panameñas están en buenas manos. Estos enfants son tremendos. Tremendos escritores en ciernes.

Gracias, queridos aprendices (pequeños Jedis). Fue un honor compartir con Uds.
Un abrazo,


Lili Mendoza
la hoja.

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LA OBRA MAESTRA

Rachael Baitel


¡Oh blanca Navidad! O por lo menos, así se dice. La ciudad se llena de luces y dulces. Los niños escriben cartas a Santa pidiéndole regalos para ellos y sus familiares. Las madres hornean pasteles y galletas de jengibre. Los padres cada día trabajan más para poder pagar los gastos y disfrutar las fiestas a todo lujo.

Yo, por el contrario, odio la Navidad. Hace mucho frio y todos tan alegres. ¡Ay, como me molesta!

Antes de que me juzguen como la “Grinch” navideña, permítanme presentarme. Me llamo Hannah Stuart y vivo en Nueva York. Soy una típica chica adolescente con problemas y quehaceres. Verán, mis padres murieron en un accidente de tren cuando yo apenas tenía 8 años.

La noche en que murieron estaba en el internado, esperando ans

iosamente su llegada. Era un 24 de diciembre o Noche Buena. Para mí no fue nada buena. Ya todas las chicas se habían ido a sus hogares; y yo me quedé sola con la cocinera del colegio. El cielo oscurecía y la luna iba saliendo.

Me moría de hambre. Ya quería llegar a casa para probar el delicioso jamón que preparaba mi nana Teresa y los manjares de mamá.

Se hacía tarde y tuve que conformarme con un pedazo de pan y una taza de sopa; las sobras del almuerzo de esa tarde. Me sentí triste, como cuando se sabe que algo anda mal. Mis padres eran muy puntuales. Qué raro; aún no habían llegado.

La cocinera encendió la radio para escuchar los tradicionales villancicos. Buscó una emisora; se detuvo unos minutos para escuchar las noticias y allí fue que me enteré. Un tren con destino a Nueva York se descarriló, matando a todos sus pasajeros. Nadie sobrevivió.

Mi corazón se desplomó y corrieron lágrimas por mis mejillas.

Mis padres muertos y yo completamente sola en una víspera de felicidad y alegría.

Jamás les daría sus regalos de navidad. El cuadro que me tomó un año pintar, la obra de mi amor jamás la verían. Nuestro retrato juntos, cuando éramos felices.

Todo en vano: mis sueños, mis deseos, mi arduo trabajo. Todo perdido en una noche, Noche Buena.



BICICLETA Y DOLOR DE MUELAS

Octavio Garcìa



¡Dolor insoportable! ¡El maldito dolor de muelas tuvo que haber ocurrido ese mismo día! ¡Era tal la incesable agonía que no podía ni hablar! Y era eso mismo lo que me había propuesto a hacer aquel día de verano. Por semanas había planificado revelarle a Amelia de este nudo en mi corazón que discretamente se retorcía, llevándome al silencio de la timidez. Cuando la veía, mi lengua se enredaba y el apasionado amor con el cual soñaba todas las noches me traicionaba, aniquilando toda idea para alguna conversación. No había una segunda oportunidad, pues ella se mudaría a Canadá la mañana siguiente, por lo que no podía dejar que el fuego escondido del amor me consumiera en nostalgia.

A punta de notas pude decirles a mis amigos de mi desgracia. Ellos me aconsejaron revelarle la verdad del mismo modo que yo les hablaba a ellos. ¡Pero no! ¡Esta verdad que por meses me había atormentado no era digna de salir a la luz en forma de una tímida nota! Debía decirla aunque se me cayera la quijada. Pero ese era mi corazón pensando, el clamor de mi cuerpo por no empeorar el dolor tomaba gran oposición, haciéndome considerar tal vez dejar mis sentimientos organizarse con el tiempo. En fin, me ponía a pensar, esos sentimientos de la adolescencia se desvanecen en la madurez.

Mi conflicto se concluyó la tarde de ese mismo día; ya me acostumbraba a la idea de dejar mi amor perecer en la penumbra de mi alma y no decirla al fin y al cabo, cuando, de una manera que no puedo explicar, sentí un auge en mi espíritu. De repente mandé mis dolores al diablo y con una nueva determinación, agarré mi bicicleta y bajo una extraña lluvia en temporada de verano, desafié a la naturaleza y conduje a la casa de Amelia. Llegue mojado y cansado al hogar y de manera algo brusca golpeé la puerta tres veces, entonces…ella apareció. Antes de lo que esperaba, sentí mi corazón dar un salto ante su rostro angelical y mis palabras huir de mi mente. De inmediato consideré no decir nada ahora que me había vuelto en un cretino, como todas las veces anteriores. ¡No! No iba a dejar que mi naturaleza me oprimiera nuevamente y sin saber nada, abrí la boca, desafiando el dolor que ya me comenzaba a agobiar, cuando de repente, sus brazos abrigaron mi cuerpo y sus labios encontraron los míos.

Cuentos Colegio St. George - Primaria



EL GUERRERO DE PLAT
A Y SU OSO
Por Felipe Song


El guerrero se llamaba Toy y un guerrero fuerte y valiente; su armadura era de plata con un dragón pintado en el pecho. El día en que el Rey le había llamado para pelear contra el dragón de ojos rojo y azul, el guerrero ya estaba herido. Cuando quiso atacar, el dragón le lanzó una pepita de fuego y el guerrero tuvo que escapar. Buscó refugio en una cueva. En la cueva, Toy encontró un oso muy feroz y tuvo que matarlo. El oso había dejado un osito, su hijo, y el guerrero tuvo que cuidarlo como si fuera una mascota; y le puso por nombre Mino. Toy y su oso pelearon contra el dragón y el guerrero logró vencerlo gracias a la ayuda de Mino. Y así fue como los dos salvaron el mundo de Sutarna.



EL ANGEL DE LA GUARDA Por Paola Jayes

Había una vez un niño llamado Ángel. Ángel era un niño tierno, cuidadoso, respetuoso, bondadoso, humilde y protector. Un día Ángel encontró a una niña perdida; la niña lloraba y Ángel decidió ayudarla como hacía con todos; pero se presentó un problema: la madre de Ángel estaba en el hospital. Ángel corrió a casa y tomó la mano de su padre y le dijo: - ¿Por qué me pasa esto a mí? – El padre, que sabía que su hijo se preocupaba por todos los demás, le contestó - Ve a encontrar a la familia de la niña y yo cuidaré de mamá – Ángel dijo - Está bien, pero volveré pronto a ver a mamá – Y así lo hizo. Encontró a la madre de la niña y cuando volvió al hospital encontró a su mamá mucho mejor; ella le dijo que no tardaría en recuperarse. Y vivieron con felicidad, amor y ayudándose unos a otros.



EL TIGRE NINJA Por Felipe Ng
El tigre era muy pequeño, pero musculoso. Usaba una espada y un traje negro; y vivía en el bosque. Un día, un león quemó el bosque encendió la casa del tigre ninja, pero gracias a su habilidad logró escapar para buscar a su maestro. El maestro hizo un espíritu de agua y con eso apagó el incendio. El maestro le enseñó cómo ser el espíritu del agua. El tigre se fue a un campo de batalla y allí combatió al león. El tigre conjuró el espíritu del agua y el león el del fuego. Al chocar los dos espíritus hubo una gran explosión. El tigre y el león desaparecieron en el cielo y nunca más los volvieron a ver.


UNA PERSONA MALA EN CHINA
Por Karen Liao Wu
China es un país hermoso, la gente tiene mucha calma y hay almacenes lindos. Un día apareció en el país una persona muy mala, que mataba a los animales. El Señor Malo pasaba por cada casa y mataba a todos los animales. El Señor Malo se llamaba Enrique, pero no siempre fue malo. En un tiempo fue bueno y llegó a tener tres perros, dos gatos y tres pájaros. Una noche mientras dormía alguien entró a su casa. Al día siguiente sus animalitos estaban muertos. Nadie supo quién los había matado. Por eso todas las noches el Señor Malo va de casa en casa llevándose a los animalitos.


KAN
Por José Gómez

Una tarde Kan caminó por el bosque y se encontró a la Tulivieja. Kan era fuerte, inteligente y muy valeroso. Aunque no tuvo miedo, la Tulivieja lo capturó. Kan pensó cómo escaparse de las garras de la Tulivieja, pero no recordaba nada. Cuando despertó estaba amarrado a un árbol y vio a su alrededor muchas tumbas. Kan empezó a pensar por qué la Tulivieja se lo había llevado. Recordó que en su infancia no lo habían bautizado y que la Tulivieja se llevaba a los niños no bautizados para matarlos, aunque ya estuvieran grandes. Luego escuchó los pasos de la Tulivieja acercándose, sacando sus garras para herirlo. Kan hizo que las garras cortaran las cuerdas y empezó a correr a gran velocidad; encontró un cuchillo y lo lanzó contra la Tulivieja…pero falló. Siguió corriendo hasta llegar a un barranco. La Tulivieja se lanzó sobre Kan y lucharon hasta que la bruja cayó por el barranco. Kan regresó a su casa y contó todo a sus padres, pero no le creyeron. Desde ese día Kan no deja de confiar en Dios.



LOS MONSTRUOS
Por Cristopher Pérez


Marín era alto, flaco, inteligente pero algo rebelde. Tenía 16 años y vivía en la ciudad de Panamá. Un día, Marín paseaba a su perro Marco y cayeron en un portal que escondía el reino de los monstruos. Allí se enfrentó al rey de todos los Monstruos para encontrar la llave que lo llevaría a casa. Cuando llegó a casa alguien gritó: - ¡SORPRESA! Y sus amigos celebraron su cumpleaños con una tremenda fiesta.



ANDREA Y SU MASCOTA
Por Melin Zhan

Andrea estaba jugando con su mascota. Había una planta venenosa, pero Andrea no lo sabía. Ambos la tocaron y la mascota se envenenó. Empezó a llover y Andrea no pudo llevar su macota al veterinario. - ¡Mi mascota se va a morir! ¡Por favor, que deje de llover! - dijo Andrea Y enseguida dejó de llover. Todavía estaba a tiempo para llevar la mascota la veterinario. Cuando llegó a la clínica le dijo al doctor: -¡Mi mascota está envenenada! El doctor la curó. Andrea estaba feliz. Ahora cuando juega con su mascota, siempre le dice ¡No toques esa planta!



LA SIRENA ASESINA

por Valentina Ureña


Layon, la sirena, estaba nadando cuando de pronto salieron dos tiburones de entre las algas. La acorralaron dentro de un barco hundido. No había manera de escapar. Esta atrapada. Los dos tiburones habían sido enviados por su hermana gemela. Layon había acusado a su gemela de haber asesinado a su propia madre; como castigo el padre desterró del reino a la gemela mala. Cuando pensaba que moriría atacada por los tiburones, apareció la hermana mala y le dijo: -¡Hola hermanita! Ha pasado mucho tiempo desde que me echaron del reino. ¡Ahora tú morirás, como nuestra madre! ¿Por qué me traicionaste?

Layon le contestó:

- ¡Estaba celosa! ¡Tú siempre fuiste la consentida!
- ¡No digas nada! – dijo la hermana.

Mientras discutían, uno de los tiburones atacó a Layon y la sirena murió.






LAS AVENTURAS DE JOSE
Por César Ujueta
Cerca de mi casa vivía un niño que se llamaba José. Era chiquito y flaco, con el pelo puntiagudo. Era inteligente pero se portaba muy mal y su madre lo regañaba siempre. Un día José se metió a una casa que estaba embrujada. No tenía miedo. Había escuchado ruidos extraños cuando pasaba por esa casa, pero esta vez decidió entrar. Escuchó uno sonido misterioso. Corrió a uno de los cuartos y la puerta se cerró sola. Dentro del cuarto había una araña gigante, esperándolo. José no la vio. La araña tendió un hilo y lo amaró para comérselo. José estaba muy asustado. La araña se iba acercando, le enseñaba sus gigantes dientes. José miró a su alrededor y vio una espada. La tomó y mató a la araña. Se fue corriendo y como siempre su mamá lo regañó por llegar tarde a casa. Le contó a su mamá por qué había llegado tarde, pero nadie le creía. José llevó a su mamá a la casa embrujada y le mostró la araña muerta. Cuando su madre la vio, dio un salto y salió corriendo de la casa, gritando como loca.





LA NIÑA TRAVIESA
Por Michelle Liu Li

María rompió jarrón carísimo, luego quemó dos focos y rompió una ventana con la pelota y encima desordenó la casa. María desordenaba la casa porque no tenía con quién jugar. Solo tenía una amiga, pero igual no la dejaban salir. Los padres estaban muy enojados con María y la castigaron por el resto del día. Al día siguiente se escapó de la casa. Quería comprar un regalo para el cumpleaños de su padre. Sus padres la buscaron, preocupados. Cuando regresó a casa la regañaron, pero al ver el regalo que le había comprado a su padre – unos chocolates – la perdonaron. Los padres hicieron una fiesta maravillosa para celebrar el cumpleaños. Con el paso de los años, María creció y se convirtió en una gran doctora. Ahora en vez de hacer travesuras, ayuda a los más necesitados.






ELIZABETH EN EL BOSQUE
Por Ariadna B. Martínez

Un día, persiguiendo una mariposa, Elizabeth se perdió en el bosque y no supo cómo regresar a casa. Siguió caminando y encontró un árbol hueco, casi como una casa. Elizabeth entró en el árbol y se quedó allí el resto de la noche. Al amanecer, todos los animales del bosque salieron a saludarla y ella se sintió muy feliz. Mientras tanto, su mamá estaba muy preocupada. Salió a buscarla. La madre encontró a Elizabeth en el bosque y la trajo a casa…junto con todos los animales del bosque que, desde ese momento, fueron sus mascotas. Y vivieron felices para siempre.